Zoé Valdés | La ‘chariedad’

Qué gran orgullo debiéramos sentir los españoles, pues ya tenemos un enorme e intenso, brutal por demás, régimen norcoreano regido por el partido más puro e incorruptible de la historieta del islamocomunismo. Ha conseguido —institutoislamocomunistacervantes mediante—, que se prohíba la palabra «cáncer» relacionada con el comunismo. Existe ya una medida dictatorial de censura que «premia» con juicios, multas, y en breve años carcelarios, —siempre tan generosos humanamente—, a los que escriban, por ejemplo, que «el comunismo es el cáncer de la humanidad», como en la magnífica marcha anticomunista de Frankie Marcos y su banda. No importa si es una verdad de Perogrullo que tal cual, «el comunismo es el cáncer de la humanidad», y que la censura en cuestión así lo prueba y recontracomprueba, el caso es que si lo tuiteas o lo colocas en alguna red social, autodelatándote, te embarcas. Y ya saben ustedes lo que significa embarcarse para los cubanos; si no lo saben observen los casos de 1150 presos cubanos torturados en la isla de los Castro, algunos moribundos en huelgas de hambre, lo que al mundo le importa un bledo, dos bledos, tres bledos, y así sucesivamente hasta el infinito de los bledos. Otra palabra prohibida recientemente en la España sanchoislamocomunista es «charo». O sea, no se le puede llamar «charos» a las Charos de toda la vida; o sea, a las de espejuelitos redondos, de pelo recontramasticado con una máquina de podar césped, teñidos con Timerosal, las de dientes podridos de sarro y encaramillados, senos fláccidos debido al demasiado toqueteo de editores, verbo rojete de ojete, y hasta ex esposas de jueces, ¡ay no, que esas últimas ya en cualquier momento adhieren a VOX, por oportunistas y porque le pisaron los callos a última hora! En resumen, las charos chupadoras de sobaco del presiSaunas y su mujer contadora de prostíbulos gays.

Origen: Zoé Valdés | La ‘chariedad’